ETICA Y SUSTENTABILIDAD (Ensayo)

Sustentable y sustentabilidad son derivadas de la palabra sustentar, que a su vez proviene del latín, “sutentare” significa soportar, impedir que caiga,conservar, mantener, alimentar física o moralmente, proveer, impedir ruina, animar, aguantar, etc. Ambas son palabras que poseen una simplicidad engañadora que, aliadas a su significado evidente, generan ambigüedad.
La definición más común sobre sustentabilidad está relacionada con la posibilidad de obtener continuamente condiciones iguales o superiores de vida para un grupo de personas y sus sucesores en un ecosistema dado. Sustentar significaría, por lo tanto, prolongar la productividad del uso de los recursos naturales a lo largo del tiempo, al mismo tiempo que se mantiene la integridad en base a esos recursos, viabilizando la continuidad de su utilización. Quedando Implícita en esta definición la noción de limitaciones físicas o el uso productivo de los recursos, teniendo en cuenta las amenazas, dadas por el propio hombre, de exceder la capacidad de soporte del planeta.
Ética proviene del griego ethos cuyo significado es "costumbre". La definición mas común de ética está relacionada con la moral y la acción humana, Por lo que la definición nominal de ética sería la ciencia de las costumbres, ya que estudia las cosas por sus causas, de lo universal y necesario, se dedica al estudio de los actos humanos pero solo aquellos que se realizan por la voluntad y libertad absoluta. Está constituida por valores morales que permiten a la persona adoptar decisiones y determinar un comportamiento apropiado, esos valores deben estar basados en lo que es correcto, lo cual puede ir más allá de lo que es legal. Representa el proceso que evalúa la calidad del control interno en el tiempo y permite al sistema reaccionar en forma dinámica, cambiando cuando las circunstancias así lo requieran. Se orienta a la identificación de controles débiles, insuficientes o innecesarios y, promueve su reforzamiento.
El primer paso para la implementación del desarrollo sustentable como un proceso continuo se constituye en la etapa de conocimiento de las características de la insustentabilidad, de las causas de los problemas que la humanidad enfrenta actualmente. Los límites del modelo, no se refieren a la disponibilidad de los recursos materiales, tampoco los límites son técnicos. Más bien, se vinculan a los problemas de desigualdad social y de capacidad del planeta Tierra de absorber residuos resultantes de nuestros sistemas de producción y consumo. Al mismo tiempo, la condición de continuidad del modelo económico actual, es contradictoria con el mantenimiento de la capacidad de soporte ambiental, porque las economías dependen de consumidores gastando más y más cada año para mantenerlas creciendo. Otra contradicción es con respecto a la distancia entre el bienestar común, la justicia social y la globalización.
Reconociendo la existencia de límites absolutos a la expansión del subsistema económico y de la continuidad de esa manera de actuar del hombre en las esferas económica, sociocultural y ecológica, un nuevo límite se impone sobre los demás: los valores actuales. Para que sea establecido un modelo fundamentado con otros valores, que busquen la solidaridad, la fraternidad y la equidad social, la sociedad debe procurar nuevas referencias éticas, que recreen la estructura de sustentación planeta. Es necesario que se recuperen los valores que promuevan una nueva racionalidad, muy diferente del individualismo o la competencia existentes actualmente
La reflexión sobre la ética es fundamental para que se pueda no solamente comprender la crisis que atraviesan las sociedades de nuestros tiempos, sino también para poder planificar e implementar su superación.
Desde el punto de vista ecocéntrico, la ética de nuestras sociedades llega a ser anti-ética, en que premisas morales establecidas en el antropocentrismo y utilitarismo son los principales elementos de su configuración. De acuerdo con algunos pensadores, la ética propone elaborar los principios de la vida de orientar al hombre hacia una acción moralmente correcta y reflexionar sobre los sistemas morales elaborados por los hombres. La ética tiene preocupaciones prácticas y se orienta por el deseo de hacer, de unir o de saber hacer. Como filosofía práctica, busca aplicar el conocimiento sobre el ser para construir lo que debe ser, lo que demuestra la interacción dialéctica entre reflejo interior y acción exterior (CHAUÍ, 1995).
La dimensión ética es constituida por el conjunto de valores y las obligaciones que forman el contenido de la conducta moral. Es un saber normativo de los actos humanos, pues trata de establecer normas moralmente obligatorias a respecto del medio ambiente natural y social, o sea, a la vida. Sus normas tienen como objetivo imponer límites y controles al riesgo permanente de actitudes perjudiciales y de conductas dañinas. Inevitablemente, para que haya una conducta ética, para que una sociedad cuestione los valores por ella adoptados, los individuos deben ser activos y tener conciencia de si y de los otros.
Estos agentes activos y conscientes, primeramente deben estar dotados de voluntad propia. Después, deben tener el sentido de responsabilidad sobre sus acciones y las consecuencias que éstas puedan provocar. Finalmente, deben ser libres para poder autodeterminarse, creando sus propias reglas de conducta.
“El hombre es el único capaz de definir conscientemente su lugar en la naturaleza” (VAZ, 1994)
Al hombre le fue concedida vida inteligente, y fue, por lo mismo, dotado de auto-conciencia. Sólo el hombre en la creación está constituido como un ser ético, siendo sólo él el responsable, sólo él quien da una respuesta a la propuesta que viene de la creación. El ser humano vive éticamente, cuando renuncia a estar sobre los otros para estar junto a los otros. El no es un ser sólo de deseos sino que, también, es un ser de solidaridad y de comunión.
La ética actual tiene valores que no son compatibles con el hombre y la naturaleza, ni con el hombre y el hombre. Los valores que los hombres deben adoptar para ser exitosos, no benefician al medio ambiente. Esto es por la forma en que el sistema económico trabaja, hasta hace bien poco, no incluía otra variable que no fuera la económica, apenas utilizaba a la naturaleza como proveedora de insumos materiales y energéticos para la producción y el consumo. A pesar de esto, la naturaleza actualmente comienza a ser reconocida como suministradora de servicios y receptora de residuos de producción y consumo siendo, por fin, esencial para la calidad de vida.
Es verdad que toda y cualquier actividad humana, económica y sociocultural tiene lugar en un contexto biofísico y actúa sobre él, interfiriendo en la sustentabilidad ecológica. Por lo tanto, sería importante que cada individuo fuese consciente de sí y de los otros y evaluase cuales serán los efectos de su acción en relación a las personas con quienes convive, a la sociedad como un todo y al medio natural; pues todo y cualquier tipo de relación entre el hombre y los medios biótico, antrópico y físico es que determina la intensidad y la calidad de los problemas ambientales. CHAUI (1995)
Toda acción es guiada por principios morales. Sin embargo, en la modernidad, la moral fue establecida por conceptos individualistas, donde cada individuo, es legislador y juez de sus acciones. La moral individualista llevó a la multiplicación de sus deseos, al consumismo, al crecimiento obsesivo, al reduccionismo de la vida, a la interferencia humana en el más ínfimo nivel de la naturaleza, al progreso material ilimitado. El hombre, engañado, se volvió protagonista en el juego de la desarmonía entre las esferas social, económica y ecológica. Esa desarmonía es otra de las variables de la insustentabilidad del sistema, que resulta en degradación social, ecológica y en el agotamiento de los recursos naturales, etc. La consecuencia del comportamiento individualista es la falta de desarrollo interpersonal, de compromiso con los otros, de responsabilidad colectiva, en fin de conjunto.
En la búsqueda de la felicidad, las personas son manipuladas por el consumismo que a la vez es dirigido principalmente por los sistemas de información que aclaman explícitamente los valores que configuran la moral individualista, fortalecido por el uso y el abuso de flaquezas humanas, tales como el egoísmo, el orgullo, la vanidad y el poder.
Desde el punto de vista ético, somos personas y no podemos ser tratados como cosas. Los valores éticos se ofrecen, por lo tanto, como expresión y garantía de nuestra condición de sujetos, prohibiendo moralmente lo que nos transforme en cosas usadas y manipuladas por otros .CHAUI (1995)
Otra contradicción se manifiesta ya que, en vez de ser el hombre el manipulador del capital, él se comporta como si fuese su instrumento, y es en ésta retórica que el conflicto se concentra, al mismo tiempo que crea las mayores posibilidades de transformación.
El sistema de informaciones está en todos los lugares, dentro y fuera de nuestras casas, en cada medio de comunicación, influyendo y transformando los valores de las personas. El sistema de informaciones explota las inseguridades individuales, crea falsas necesidades y ofrece soluciones simuladas. Fomenta la insatisfacción que conduce al consumo. Los consumidores son instruidos sobre las incompetencias personales y la dependencia de bienes de consumo de masa. Se les enseña que ser un ciudadano significa nada más que un consumidor. (BEDER, 1998).
Basado en los principios de la Antropología, no todos los valores individuales son determinados por el medio ambiente, las personas tienen otros valores, y éstos no son resultado de un condicionamiento o limitación de otros maestros; es algo completamente natural y que fluye como agua cristalina saliendo de la fuente. Existen valores que deben ser potencializados, de modo de viabilizar la reintegración armónica del ser humano al medio ambiente.
A pesar de haberse tornado la moral individualista, aunque la ética se presente reducida para la esfera privada, existen conjuntos de principios o normas que estructuran las instituciones modernas para que éstas funcionen. Estos conjuntos de normas están basados en los valores adoptados por la sociedad y son accionados por los sistemas de información.
Teóricamente, los sistemas de información deben reflejar los valores de la sociedad; pero, en contrapartida, los valores pueden también ser influidos por la información. Historia, cultura, costumbres, creencias y la crisis ambiental son expresiones de la información. A pesar de que instituciones sociales condicionen decisiones y actividades humanas, éstas son incapaces de alterar valores fundamentales de la gente. SHENG (1997)
Los sistemas de información deben ser establecidos con ética. Deben asegurar el compromiso, el desarrollo, la educación, la concientización, la responsabilidad, el estímulo a relaciones fraternales y solidarias. Los sistemas de información deben traer el acceso a las informaciones que tienen en cuenta al conjunto y que incluyan los diversos segmentos sociales para que, de esta manera, haya transformación de valores.
En razón de la incapacidad de las instituciones sociales, de la forma en que están constituidas actualmente, de alterar los valores fundamentales de las personas y, por tanto, modificar comportamientos, es primordial que las instituciones se transformen. Sin embargo, la profundidad de los cambios institucionales exigidos está mal estimada, si no son claramente discutidas las condiciones objetivas que permitirían el cumplimiento de tal desafío.
Para tanto, será necesario comprender mejor las interacciones recíprocas entre las variables culturales, institucionales y organizacionales, en este proceso de cambio cada vez más condicionado por la problemática ambiental. (ROMEIRO, 1999).
Cambios significativos ya pueden ser notados en la estructuración de las instituciones. Entre ellas, la organización de una parte de la sociedad en torno al trabajo voluntario, designado como Tercer Sector, que pasa a intervenir de forma creciente en las diversas esferas de toma de decisión. Son personas activas, que se destacan por un nivel de conciencia más elevado en relación a la ineficiencia del sistema para producir justicia y equidad, además de mantener la diversidad cultural y ecológica.
Un nuevo paradigma gerencial va naciendo en las prácticas gerenciales de algunos dirigentes, pioneros en el ejercicio de su verdadero papel social y en el reconocimiento del carácter de ciudadanía corporativa de las empresas. Tales transformaciones reflejan las intensas preocupaciones por parte de la humanidad con los destinos del planeta acelerando la comprensión de que el desarrollo deseado, en realidad no corresponde, solamente, a un proceso de transformaciones estructurales económicas sino, principalmente, ecológicas y sociales.
Otro cambio que apenas comienza a ser notado, es respecto a la educación. Dada su extrema importancia para la ampliación y profundización de la conciencia ambiental y de las exigencias en relación a la alteración de valores, los cambios educacionales deben ser intensificados. A través del conocimiento se amplía, cada día, la constatación de que fenómenos ecológicos de pequeña escala dieron lugar a fenómenos globales.
El análisis del objeto ambiental produce cambios en la visión sistémica y, de esa forma, un nuevo paradigma científico metodológico aparece para integrar los diferentes campos del conocimiento, traducido por el enfoque interdisciplinario.
El enfoque interdisciplinario viene cuestionando la propia filosofía de la enseñanza, desapareciendo la ideología de modelo de superespecialización. La educación ambiental no se adecua a los límites impuestos por las disciplinas y a las “curricula” consideradas aisladamente y a la organización del conocimiento en departamentos estancos” (MAIMON, 1993).
Por lo tanto mientras la educación esté, de forma predominante, aliada a las instituciones que a su vez forman alianza con el poder político y económico, continuará siendo alienadora, en tanto un cúmulo de informaciones que no liberan a los hombres de los valores y prácticas
Entonces en el hombre el que debe trabajar en busca de cambios de valor, para alterar del sentido antropocéntrico del sistema al sentido ecocéntrico. Esto significa que cada uno de nosotros debe constituirse como agente modificador y colocarse como elemento integrante de un sistema socioeconómico- ecológico sustentable. Este sistema debe adoptar valores que tengan como objetivo el equilibrio del sistema terrestre, el “yo y el tú” y el respeto por la vida, ya que la vida debe tener su valor justificado por si misma. Solo así se establecerá una ética ambiental, una ética que busca la integración de las esferas social, económica y ecológica, en otras palabras, una nueva ética en busca de sustentabilidad.
Recomendaciones para desarrollar una ética en busca de sustentabilidad: tener clara visión del estado del mundo en dirección a la cual se quiere avanzar; las políticas creativas deben ser de largo plazo (más de un siglo) y formuladas con participación social, pues el consenso es fundamental; el consenso debe ser obtenido de forma evolutiva, mediado por la educación y la persuasión, y no por la coerción; para eso es esencial el ejercicio del liderazgo del poder político y de la administración civil; metas y políticas a ser establecidas, deben admitir que la reestructuración económica es ciertamente, un camino a ser seguido, dado el estado actual del mundo, pasando inclusive por la reestructura de los patrones de consumo; esto es, según una cuestión de fe en el buen sentido de la humanidad y en la efectividad de la educación. PROOPS (1997)

H.P

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA:

  • PUBLICACIONES DIGITALES DE PARTE O SECCIONES DE LOS LIBROS O ARTICULOS ACADÉMICOS:
  • PROOPS, JONN. HACIENDO UN MUNDO SUSTENTABLE Y EL PAPEL DEL SISTEMA POLÍTICO EN EL LOGRO DE UNA ECONOMÍA SOSTENIBLE. CAVALCANTE, SÃO PAULO.1997.
  • MAIMON, DALIA. LA ECONOMÍA EN LA COMPRENSIÓN DE LOS FENÓMENOS AMBIENTALES. INVENCIÓN DE UN SABER. UFPA, PNUMA. 1993
  • ROMEIRO, ADEMAR R. DESARROLLO SOSTENIBLE Y CAMBIO INSTITUCIONAL: NOTAS PRELIMINARES. CNPQ/IE - UNICAMP, 1999
  • CHAUÍ, MARILENA. LA FILOSOFÍA. "EL MUNDO DE LA PRÁCTICA." EDATICA. SP, 1995
  • SHENG, F. VALORES Y CAMBIO EN LA CONSTRUCCIÓN UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE. CAVALCANTE, C. SÃO PAULO. 1997
  • BEDER, SHARON, EFECTO GLOBAL, LA EMPRESA SOBRE LA AMENNAZA AMBIENTALISTA. LIBROS VERDES. FOXHOLE LTD., DARTINGTON - REINO UNIDO, 1997.

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