DECIR y HERIR Vs. CALLAR y HERIR (20 marzo 2010)


"Puedes herir con tus palabras, pero también puedes herir con tu silencio" P. Coelho

Esta simple afirmación, pero tan llena de sentido; que se libera tras simple lectura de un fragmento en una de las obras de Paulo Coelho, del cual reconozco no soy seguidor y mucho menos lector asiduo de su trabajo; fue el detonante de una reflexión y cuestionamientos en relación a: ¿Cuando decir y cuando callar lo que pienso? y ¿El herir al otro está siempre asociado a eso que se dice o que se calla?
Lo primero es lo primero, somos seres emocionales por naturaleza, tradición, convicción, y cultura. Y por esas cosas de la vida, el concepto siempre está asociado al lado malo del asunto, pocos te llaman emocional cuando vives y andas feliz por la vida; mas por el contrario eres emocional si sufres, te deprimes, te afecta el entorno, y pare usted de contar. Muchas de las emociones las expresamos a través del lenguaje, ya sea cuando se dice o cuando se calla. Y como somos emocionalmente trágicos, se asocia lo que se dice o lo que se calla siempre a las populares heridas emocionales.
Si de mí dependiera, confieso que preferiría herir con mi silencio más que con mis palabras. Pero hay veces en que es imposible dejar de decir y expresar lo que pienso; primero porque siento que seré yo el que termine realmente herido si no libero las emociones y dreno los sentimientos. Y en muchos casos el decir ayuda a que la otra persona te entienda, comprenda y sus heridas sean menos profundas o quizás nunca existan, cuando la comprensión de eso que dices sea total.
También hay veces en que por múltiples y variadas circunstancias o escenarios es imposible expresar lo que se siente, y no entra otra cosa más que el silencio. Ese bendito silencio que lo deja a uno herido de muerte (lo sé porque me ha tocado vivirlo), que acelera los pensamientos en búsqueda de respuestas, que te pone a desarrollar múltiples escenarios posibles y a preguntarte cual de todos será el correcto, ese mismo silencio que paradójicamente suena a grito ensordecedor. Aquí es cuando confirmo que soy maquiavélico y masoquista, porque es la técnica que me gustaría usar siempre.
Pero todo esto suena como si uno planificara y decidiera de manera un poco sádica, herir al otro con las técnicas de decir o callar. Pero no es así. Ya se dijo que somos seres emocionales, y que por esta particular característica vivimos siempre al borde del abismo. Y el hecho de escuchar o no escuchar, de decir o no decir, es simplemente circunstancial en todo el asunto.
Las recomendaciones más o menos generalizadas por los expertos, van y están encaminadas o enfocadas hacia las mejoras en el proceso de comunicación, lo que no necesariamente se relaciona con siempre “decir”, pues tampoco nunca nadie se ha atrevido a decir que el “silencio” no sea comunicativo.
Entonces, es simple. Diga o guarde silencio, dependiendo de las circunstancias en las que las cosas se le presenten. Usted tiene la última palabra. Pero recuerde que decir o callar no lo libera de culpas (…risa sarcástica.)
HOPR_81

1 comentario:

Jesus Bladimir dijo...

"La sabiduria entra por el amor, silencio y mortificaión. Grande sabiduría es saber callar y no mirar dichos ni hechos ni vidas ajenas" San Juan de la Cruz.

Y hago reminiscencia de otro dicho del saber popular: "uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice"

Hay que tener mucha sabiduria para poder equilibrar el cuando y el cómo se dicen las cosas. Realmente no es lo que se dice sino cómo se dice, lo que hiere a las personas.