Varios días pasaron para que una gran idea llegase a materializarse, un grupo de gente maravillosa que dejamos por un momento los teclados de las computadoras y teléfonos para contribuir de alguna manera con esta sociedad en la que vivimos, y dejar claro que la red social a la que pertenecemos es mucho más que eso.
Llego el día; todos emocionados porque estábamos seguros que la actividad programada llenaría de alegría aunque fuese por instantes a esos niños y niñas que por circunstancias desafortunadas y de muy variada índole estaban allí recluidos en las instalaciones del hospital. Y comenzamos a dar sin medidas de lo poco que todos y cada de uno de nosotros tenemos.
Oh sorpresa!. Resulta que jamás pensamos que no era fácil. Las emociones a flor de piel estuvieron allí siempre presentes. Esas ganas de reír y llorar a la vez, ese nudo en la garganta que a muchos no les permitía ni hablar y pare de contar. Imagino que cada cual lo vivió de una manera muy particular.
Cada sonrisa, cada mirada, cada gesto de agradecimiento en esas niñas y niños. La aceptación general a lo que estábamos haciendo, que por más simple que fuese, se notaba lo estaban necesitando. Todo esto fue nuestra recompensa, quizás jamás estuvimos allí con esa intención, nunca estuvimos esperando nada cambio. Pero la conclusión general es que fuimos a dar y terminamos recibiendo.
@HugoOPR_81
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