CRÓNICA DE UNA CENA (22 MAYO)



El compromiso estaba adquirido desde el mismo momento en que se decidió comenzar la segunda temporada de “Perdiendo Peso entre amigos”, y a medida que el tiempo transcurría se fue agregando complejidad y responsabilidad al mismo, pues las recepciones anteriores a esta cena que me toco organizar estuvieron una mejor que la otra.
Determinar el menú de la noche no fue tarea fácil; es complicadísimo seleccionar los platos que ofrecerás en una cena; y muchísimo más complicado cuando estás trabajando con un presupuesto determinado (ni tan limitado, pero tampoco muy extenso) y en unas condiciones de mercado poco favorables para la obtención de los ingredientes necesarios en la elaboración de cada plato (así estamos en Venezuela, lamentablemente). Cuatro (4) probables menú se armaron (con mucha asesoría, no puedo dejar de decirlo), y el menú oficial final resulto de la combinación de los cuatro anteriores.
El día anterior a la recepción se hicieron los preparativos de la locación de esta importante cena (mi casa), limpieza general, orden extremo (como si hiciera falta, así esta siempre; mi mama es maniática compulsiva de la limpieza), y dejar todo listo para solo estar pendiente de la cocina. Aquí es cuando (vía texto) les recuerdo a todos los invitados el compromiso a cumplir.
Llego el día (Sábado 22-5). Desde muy temprano metido en la cocina, poniendo todo en orden y pendiente de cada detalle con las ganas de que todo saliera bien. Recetas en mano, cumpliendo paso a paso la elaboración de ese menú que costo tanto conformar. A las dos de la tarde todo estaba listo, y la cena era a la siete (creo que me excedí en el apuro y el afán). Las cinco horas se hicieron eternas, creo que revise todo mas de mil veces, y mentalmente verificaba que todo estaba listo.
Llego el momento! ; Los invitados se aparecieron uno a uno. Se retardo un poco el pesaje por problemas de logística (que escapaban de mis manos) y uno por uno fuimos pasando por el angustioso momento de saber si en quince días cumplimos con el objetivo de la competencia, que es bajar de peso. Quedamos 50:50, la mitad cumplió objetivos, otros simplemente no lo hicimos. Ya todos pesados, pasamos a la mesa.
Platos iban, platos venían; entrada, plato fuerte y postre pasaron acompañados de un rico vino blanco. Algunos ni hablaron durante este momento, otros hablamos demás como ya es costumbre. Solo espero que de verdad les agradara todo. Y pues para no perder la costumbre nos quedamos en mesa hablando un poco de todo y de todos, jodiendo la paciencia mientras agotamos una rica sangría (a mi me pareció rica, la prepare yo) y aquí sí que paso el tiempo rápido en un cerrar y abrir de ojos se hizo Domingo, y nos toco despedirnos por séptima vez en esta temporada.
Una semana pensando, dos días trabajando, para unas horas de disfrute con la gente a la que quieres. Balance general “excelente”. Siempre es un placer recibirles en casa, brindarles de los poco que tengo pero con mucho cariño. Las seis recepciones anteriores fueron geniales y segurísimo estoy que las que vienen serán muchísimo mejores

1 comentario:

Anónimo dijo...

Simplemente excelente noche, exquisito menú y aún mejor e insuperable la compañía de los mejores amigos... Como siempre hay expectativa por saber qué nos tendrán preparados los anfitriones del próximo pesaje, pero sin lugar a dudas las expectativas son superadas con la calidad y sobre todo con la calidez de los organizadores de la velada, a uds Hugo y Yude gracias y a todos los buenos amigos y cuerdas de jodedores besos y que bueno contar con TODOS uds... Melybell :)